No cabe duda que la evolución de
las ventas, el crecimiento de ganancias, los ratios de valuación, de
rentabilidad etc. se trata de
datos absolutamente importantes que siempre deben ser tenidos en consideración.
Sin embargo, algunos aspectos cualitativos de un negocio como, por ejemplo, el
valor de sus marcas, pueden ser tanto o más importante que los temas
financieros y numéricos.
Algunas permiten aplicar un precio
de venta superior al de los competidores por el hecho de que está asociada a
una mayor calidad o a un producto más reconocido. Compañías como Tiffany`s
(TIF), Nike (NKE) o Polo Raulph Lauren (RL) pueden cobrar a sus clientes un
valor premium a causa de la distinción que tienen.
Un caso paradigmático al respecto
es el de Apple (AAPL), una firma que, en los últimos años, ha logrado un
extraordinario posicionamiento con beneficios espectaculares para quienes
invirtieron en ella. Google (GOOG) por ejemplo, ha logrado posicionarse como el
buscador online por excelencia, generando enormes ganancias para sus
accionistas.
El valor de la marca no se
encuentra centrado en los mayores precios de venta, si no que su principal
cualidad puede ser la de posicionar a la empresa como una opción siempre
presente y reconocida entre los consumidores.
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